Escribe Violeta Gil
Tiempo de lectura: 5 minutos
El resultado de las elecciones en Salta permitió al oficialismo mantener un dominio en ambas cámaras. Sáenz revalidó 11 de 12 bancas en el senado y 20 de 30 bancas en diputados.
A pesar de estos resultados, el oficialismo fue derrotado en la capital por La Libertad Avanza. Fue allí donde Sáenz se jugó a dominar la elección con una alianza de frentes que reunía más de 20 fuerzas políticas en dos listas. Llevó entre sus candidatos a la exsecretaria de Energía de Massa, que siguió un tiempo con Milei, Flavia Royón, una lobbysta puesta por los grupos mineros; también a conductores de televisión y personajes populares del espectáculo. El intendente capitalino, Emiliano Durand, jugó como un alfil de la campaña. Sin embargo, nada de eso resultó. El sello de Milei dio un batacazo electoral con sus candidatos: Roque Cornejo se hizo de la banca del Senado y sumó 6 diputados por la capital; 12 de 21 convencionales municipales y 6 de 11 concejales. Además, ingresaron un diputado por el departamento de Orán, uno por el de San Martin y uno por Metán.
El PRO, que conformó “Cambiemos”, y la UCR, que era “Juntos”, fueron divididos y perdieron sus representaciones en la Legislatura. El PJ quedó disuelto entre las colectoras de Sáenz, por un lado, y el PJ intervenido por el otro, que a su vez se partió en dos fracciones kircheristas que quedaron lejos del piso. El FIT, en su fracción del Partido Obrero y el PTS, obtuvo el 4,75 %, el mismo porcentaje que en 2023, cuando el frente era entre el PO y el MST; este último ahora fue solo y retrocedió a los mismos resultados que tenía antes de ingresar al FIT, un 3,2 %. En ambos casos mantuvieron una campaña de ataques personales; el MST se dedicó a atacar al FIT en nombre de la renovación de la izquierda.
Política Obrera obtuvo un 2,8 %, con un crecimiento en votos en la capital y con desarrollos que deberán ser medidos en el periodo inmediato en los departamentos de Orán y San Martin.
El gobernador de Salta se definió, apenas asumió Milei, como un colaborador cercano para apuntalar su golpe de Estado económico contra los trabajadores. Para ello, puso al servicio de esa agenda a los tres diputados salteños del saencismo en el Congreso Nacional. En la provincia, desplegó su propia iniciativa reaccionaria con el cobro de la salud a los habitantes extranjeros, la militarización de la frontera con Bolivia, el plan Güemes y ahora la potestad del Ejército para detener civiles con el Plan Roca. También inauguró el protocolo antihuelgas con una represión brutal y detención contra los docentes en 2023, en el marco de la última huelga; semejante agravio fue respondido con un paro del 97 %, una movilización de más de 40.000 personas hacia Casa de Gobierno y 200 piquetes en rutas del interior. Sáenz tuvo que retroceder y liberar a los docentes.
Sáenz se jacta de haber avalado el endeudamiento del país con el FMI en el Congreso, en nombre de favorecer con obra pública a los salteños. No hubo, sin embargo, nada: todas esas obras estarán atadas al pago de la deuda.
En vísperas de las elecciones, Sáenz oficializó el DNU Nº244 que establece un régimen de reducción de tasas retributivas de servicios aplicadas a la actividad minera. Es decir, redujo en un 50 % los impuestos al derecho de exploración bajo el argumento de “generación de empleo”, en un momento en el que se han perdido 3.900 puestos de trabajo formales por el derrumbe del negocio del litio en el mercado mundial. La eliminación de impuestos para el gran capital ha formado parte de la campaña de los liberticidas y de buena parte del arco político patronal contra el Gobierno.
En su esfuerzo por evitar ser barrido por derecha, Sáenz hizo propia la agenda reaccionaria de Milei. Por eso la derrota del oficialismo en la Capital debe ser medida en un sentido más integral. LLA tiene un propósito propio: revalidar un dominio político en la provincia en la que obtuvo casi el 70 % de los votos en 2023. La disputa es por el control de los grandes negocios capitalistas en la región, tales como la explotación minera, el agronegocio y el control de la frontera. Los resultados de la capital salteña serán usados para alentar una elección más importante, en CABA, el próximo 18 de mayo y preparar la mayor disputa de los partidos patronales en octubre próximo. Este proceso electoral forma parte de un interés más general, en donde el FMI se juega el sostenimiento de la política de Milei y la guerra declarada contra los trabajadores.
En este contexto provincial y nacional, hay un dato que no puede ser pasado por alto. El romerismo fue absorbido por LLA en la medida en que no participó en estas elecciones. Un desacuerdo con Sáenz los hizo salir de las listas y finalmente, el dia de las elecciones, llamaron a votar en blanco.
A nivel provincial votó sólo el 58 % del padrón electoral y en la capital, el 62 %. Los porcentajes, en definitiva, se muestran distorsionados por la baja concurrencia. Expresión de un electorado que no ve alternativas.
Con estos resultados, Sáenz y Milei querrán revalidar una agenda reaccionaria y de ataque contra los trabajadores, que no hará más que profundizar la brecha cada vez más honda entre las inmensas fortunas capitalistas que favorecen el gobierno provincial y nacional, y la carestía y el empobrecimiento en el que se desarrolla la vida de las masas.
El proceso se desarrolló en un cuadro de agravamiento de la carestía, con más del 65 % de trabajadores asalariados por debajo de la línea de pobreza; con desnutrición infantil; con el 50 % de trabajadores en negro y condiciones de precariedad. Esta situación se terminó por colar sobre el final de la campaña ante el cierre inminente de la destilería de Campo Durán, en el departamento de San Martin, con cientos de despidos; con la denuncia de trabajadores de la salud pública; con la muerte de un obrero tercerizado de la cerámica Alberdi y la denuncia de los obreros mineros de Eramine, que denunciaron la superexplotación en la puna salteña y la falta de liquidación de salarios.
Esta agenda y este cuadro revulsivo no encontró, en el terreno electoral, un canal de expresión política. Ese es el canal que se deberá construir sobre la base de los métodos de intervención y de lucha de los propios trabajadores, con asambleas, acciones directas y la huelga. La iniciativa quedó marcada por la huelga de los choferes de UTA y los metalúrgicos.
Las compañeras y compañeros de Política Obrera estamos a prueba en el escenario inmediato. Nos proponemos desarrollar campañas por el reparto de las horas de trabajo para enfrentar la sangría de despidos; la nacionalización de los recursos, entre ellos el litio, bajo control obrero para terminar con la explotación capitalista y usurera a costas de la destrucción del ambiente y de los trabajadores, y el rechazo de la deuda que se funda en el sacrificio permanente de la vida de los obreros. Con estos propósitos Política Obrera toma una campaña por el desarrollo de una corriente política socialista en el movimiento obrero y un gobierno de trabajadores.