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En todo el país, miles de trabajadoras nos organizamos para tratar de acudir -a pesar del empobrecimiento masivo- al Encuentro Nacional de Mujeres que se reunirá en Jujuy en el mes de octubre. La situación de las familias y la juventud trabajadora es dramática, el embate del gobierno es de una ferocidad desconocida. Eso mismo vuelve indispensable que nos encontremos a discutir una salida en un encuentro de carácter asambleario y resolutivo.
El gobierno antiobrero de Milei, en seis meses, demolió los ingresos de la familia obrera y avanzó sobre los derechos laborales, previsionales y salariales de quienes vivimos de un salario o de una jubilación. Según la Universidad Católica Argentina, a principios de julio, la pobreza alcanzaba al 54,6 % de la población y la indigencia, al 19,8 % (esto significa una sola comida diaria). El 66 % de las personas con menos ingresos somos mujeres, estando a cargo, exclusivamente, en un 40 % de los hogares. Eso explica por qué siete de cada diez niños y adolescentes viven en la pobreza. Invariablemente, las mujeres ocupamos los trabajos menos categorizados y precarios. Los ataques generales a la clase trabajadora tienen consecuencias más graves sobre las espaldas de las mujeres que -de eso se trata la doble opresión- somos a la vez responsables de parar la olla y de proteger la salud, la educación y la cohesión familiar.
Llegamos a esta situación por el aumento de los alimentos, el transporte, los alquileres, las tarifas, los medicamentos. Y por el aniquilamiento de las jubilaciones, pensiones y salarios, que conforman gran parte del falso “equilibrio fiscal”. Un gobierno endeble, atravesado por crisis sistemáticas y con fuertes choques internos, pudo ejecutar este golpe feroz por el apoyo entusiasta de la patronal, el FMI, la “oposición” y la burocracia sindical.
La reforma laboral que impone la Ley de Bases institucionaliza la precarización y demuele los derechos sociales, la cobertura sanitaria y la perspectiva de una jubilación compatible con la sobrevivencia. Pero además, el gobierno ha forzado una recesión artificial que genera miles de despidos. Los gobernadores hacen lo propio en sus provincias.
El gobierno es una usina violentísima de discursos de odio contra las mujeres y la disidencia sexual, en sintonia con los Trump, Bolsonaro y toda la derecha fascista mundial.
So capa de cuestionar la llamada ideología de género, Milei y su troupe de fascistas, evangélicos y terraplanistas se proponen arrasar con medio siglo de lucha del movimiento de mujeres. Eso incluye el derecho a la educación sexual, la anticoncepción, al aborto legal y hasta el divorcio. Han destruido la doble indemnización por la contratación clandestina de las trabajadoras de casas particulares y del despido por embarazo dejando el campo libre a la patronal para mandar a la calle a las embarazadas. El presupuesto para jardines maternales se inmovilizó.
El asesinato de tres mujeres lesbianas y las graves heridas de una cuarta que sobrevivió, no fue considerado un femicidio ni un lesbicidio por la Justicia en la Capital Federal, que marca el paso con la política misógina y lesbofóbica del gobierno. En la provincia de Buenos Aires a siete de los 10 policías acusados del asesinato de una transexual en una comisaría se les tramita la prisión domiciliaria.
El presidente aboga directamente por convertir en una mera bonificación la jubilación de las mujeres que no llegan a los aportes legales. Como parte de esa campaña, lamenta que su madre, que a diferencia de su padre “no trabajó nunca”, tenga una jubilación.
Arrecian los despidos en los hospitales, el ANSeS, los centros de salud. Esto se suma a que la miseria salarial ha generado el vaciamiento de servicios hospitalarios enteros porque los salarios no alcanzan para sobrevivir. El desmantelamiento del sistema de salud público no deja nada en pie: incluye desde quitar la medicación a enfermos graves, la atención de personas con discapacidad, destruir los programas de prevención del embarazo adolescente.
En el plano de la educación pública el gobierno liberticida también lleva adelante un proceso de ataque sistemático fomentando al sector privado. Mientras da voucher para ayudar con el pago de cuotas en los colegios, eliminó el FONID y otros fondos nacionales y subejecuta el escaso presupuesto, a la medida de lo que Pettovello hace con los alimentos.
La miseria hace florecer las mafias de la prostitución y de la trata. El secuestro de Loan es un ejemplo nítido de los lazos del poder político y las fuerzas de seguridad con éstas. Milei desmembró todas las políticas contra la trata y promueve el blanqueo de capitales para el ingreso de los dólares, justamente de quienes los obtienen a través de la trata de personas o el narcotráfico.
El ataque a las organizaciones sociales y los merenderos pretende quebrar la organización en las barriadas, en el marco del recorte sobre partidas alimentarias, montos de los planes sociales, mientras crece la desocupación. El gobierno entregó alimentos a la Iglesia, a ACIERA (la asociación de la ultraderecha evangélica) y a católicos ultramontanos como el pediatra Albino, que, para entregarlos, obliga a hacer un curso contra la anticoncepción y el aborto.
El ENM se desarrollará en Jujuy este año, donde Gerardo Morales fue precursor de la política represiva contra los pueblos originarios, los docentes, los judiciales. Su propósito es garantizar, entre otros negocios, la explotación del litio, una explotación que contamina el medio ambiente y deja sin agua a las poblaciones.
La conducción de las centrales sindicales se han mostrado como colaboracionistas de Milei. Su pasividad debe ser comprendida a la luz de esta política. Las acciones de lucha más decididas de la clase obrera se han desarrollado en forma independiente de ellas, mediante autoconvocatorias, asambleas generales, coordinadoras de lucha. Es ejemplo de esto lo que fue el Misionerazo, como también la enorme movilización de mujeres del 8 de marzo, el 24 de marzo, la gran movilización universitaria del 23 de Abril, como también la ocupación de la fabrica Textilcom, en Catamarca, ante el cierre de la patronal.
La política de guerra contra los trabajadores y las mujeres de Javier Milei está en sintonía con su sumisión a la política bélica del imperialismo y al genocidio sionista contra el pueblo palestino. Y tiene su correlato con la política represiva en el país, contra las movilizaciones, las huelgas, el mundo de la cultura, la libertad de expresión.
Un gobierno que, aliado al imperialismo, expresa abiertamente su apoyo al estado sionista de Israel, perpetrador de uno de los mayores genocidios de nuestra época, contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza. En los campamentos de refugiados, centro actual de los ataques, asesinan a una madre cada dos horas. Las mujeres y niños son condenados a morir por los bombardeos o por hambre y sed.
En este contexto, desde Política Obrera llamamos a las mujeres a organizarnos para enfrentar este ataque general sobre nuestras condiciones de vida, y derechos conquistados, mediante asambleas, autoconvocatorias, coordinaciones de lucha.
Vamos al 37° Encuentro Nacional de Mujeres bajo esta perspectiva.